martes, 28 de febrero de 2012

Kou Chun Cha

Literalmente se traduce a Té de labios y boca, porque en la antigüedad, los pequeños y tiernísimos primeros brotes de estas plantas de Xinyang, una ciudad de Henan en China, eran recogidos por mujeres jóvenes, vírgenes, sin cicatrices o lastimaduras visibles y depositados entre sus pechos directamente o bien en una tela de gaza.

Este procedimiento se hacia para preservar lo delicado de estos brotes diminutos y muy tiernos y transferirle al té las propiedades "virginales" de las recogedoras (sin intención de hacer un chiste :P).

Hoy en día la misma región sigue produciendo estos tés, pero con métodos de recolección modernos para preservar la delicadeza de estos brotes.

Es un té de hebra muy pequeñita, dura y apretada pero sin quebrar ni romper.


Con agua a 75°C lo dejé estar 2 minutos para conseguir una infusión color ámbar con un sabor de entrada muy aromático, suave y delicado con algunos detalles un poco ácidos, para terminar con una astringencia inusual para la temperatura y el tiempo en un té verde recogido tan temprano.


Se bancó bien 4 reinfusiones, sin perder ninguna de sus características esenciales (salvo la temperatura de la última por un error personal, ejem).

Las hojas enteras extendidas luego de las infusiones también se ven bastante pequeñitas en comparacion con otros tés de china como un Gunpowder o similares.

*Gracias a mi tio Eddie por traérmelo de China.